Mujeres Rurales Cooperativistas

¿Ya intentó lavar un balde de ropa solamente con un vaso de agua? Por supuesto que no. Sin embargo, lo que parece ser un absurdo en el caso de las ropas sucias, es lo que muchos acaban haciendo con su propio cuerpo. Muchas veces intentamos obligar al organismo a funcionar más allá de sus posibilidades.

Uno de los secretos de la longevidad consiste en el simple hábito de beber agua en cantidades necesarias a fin de que nuestro organismo pueda funcionar correctamente.

Seguramente ya debe haber oído decir que cerca del 70% del peso total del cuerpo es agua. ¡Y eso es verdad! Casi la totalidad de las funciones del organismo dependen del agua. Nuestros ojos, por ejemplo, deben estar costantemente humedecidos por una finísima capa de agua. Si así no fuera, los ojos se secarían y rápidamente perderíamos la vista. El simple acto de deber agua provee, entre otros beneficios, los medios para que el cuerpo elimine las impurezas y se refrigere.

 En nuestro organismo, el agua no permanece estática. Es continuamente conservada por eficientes métodos de reciclado. ¿Alguna vez se ha sentado delante de un apetitoso plato, con el cual se le hizo "agua la boca"? Esa agua fue extraída de la sangre por las glámdulas salivares. Cuando tragamos la saliva, esta pasa por el estómago y el instestino, pudiendo ser reabsorbida por la sangre. En otras palabras, nuestro cuerpo posee un sistema increíble de preservacion del agua. Aún así, para que nuestro cuerpo trabaje a la perfección, es necesario beber suficiente cantidad de agua.

En promedio, necesitamos consumir cerca de diez vasos de agua por día; sin embargo, parte de ella se obtiene de los alimentos. De ese modo, vemos que son indispensables, diariamente, de seis a siete vasos de agua pura.

Increíblemente, muchos de nosotros bebemos más gaseosas, café y bebedidas alcohólicas que agua. ¿Se acuerda cuál fue la primera pregunta que el mozo le hizo la última vez que fue a un restaurante? Sin duda fue "¿Que va a beber?" ¿Y que fue lo que usted ordenó? Después de todo, ¿acaso no es cierto que todas las bebidas ya contienen agua?

El organismo utiliza el agua en todas sus formas; sin embargo, las bebidas pueden crear dificultadas especiales. Muchas poseen calorías que deben ser digeridas, a semejanza de los alimentos. El azúcar de la sbebidas requiere una proporción extra de agua para ser asimiladas. El agua pura, por otro lado, pasa por el estómago sin tener que ser diferida, independientemente de que exista, o no, alimento dentro de él.

¿Será que el beber gaseosas "sin azúcar" resuelve el problema? Aparentemente, la respuesta sería "sí", sin embargo, las bebidas dietéticas ("cero azucar") traen consigo otros motivos de preocupación. Todas ellas poseen productos quimicos a fin de agregarle a la bebida color y sabor; también contienen conservantes y otros elementos. De este modo, cuando bebemos agua pura, no sobrecargamos nuestros riñones o nuestro hígado.

 Ahora bien, deberíamos evitar la ingestión de agua durante las comidas, especialmente si estuviera helada. El frío aleja la sandre y el jugo digestivo no se forma. Otro efecto negativo es la dilución de los jugos digestivos, que atrasa la digestion y posibilita la fermentación. El beber agua durante las comidas trae perturbaciones al estómago y sobrecarga la mente.

El agua pura es exactamente lo que el organismo necesita para mantener estables todos los procesos vitales. ¡Es la bebida perfecta!