Mujeres Rurales Cooperativistas

En algún momento de la vida podemos estar angustiados, o estresados y buscar saciar el vício que sentimos con la comida. El hambre emocinal aparte de contribuira aumentar de peso nos puede acarrear a la larga diversos problemas de salud.

La ingesta emocional: Un estudio realizado en la Universidad de Cornell, Estados Unidos, permitió detectar que, por día, tomamos alrededor de 200 deciciones relacionadas con la alimentación, pero registramos solo 20. Dicho dato no es menor ya que nos da la pauta de que no somos muy conscientes de nuestros actos alimentarios. Por otro lado, el medio ambiente físico, social y emocional puede influir sobre nuestras decisiones a la hora de comer y beber.

 

Una emoción es un estado mental y fisiológico conectado a una aplia gama de sentimientos, pensamientos y conductas. La ingesta emocional es conpectualizada como el comer en respuesta a estados afectivos, generalmente, vinvulados a emociones negativas. Si bien se desconoce el proceso exacto mediante el cual las emociones afectan la ingesta, se ha sugerido que la emoción en sí misma genera la ingestión de una cantidad excesiva de alimentos (hiperfagia).

El hambre real: Seguramente les ha pasado que repentinamente les "vienen" ganas de comer determinado alimento o comida; un chocolate por ejemplo. Es de manera repentina y debe ser ya. El sentimiento de frustación sigue a dicho acto porque al finalizar la persona siente un vacío porque el alimento no "lleno" lo que buscaba y se culpa por haber comido sin hambre real.

En otros casos comienzan a sentir hambre lentamente, por lo general cercano a horarios de las comidas habituales. No es algo puntual, se puede satisfacer con cualquier alimento, incluso con frutas o alimentos saludables. Al finalizar se tiene sensación de saciedad. Aquí estamos en presencia de hambre real.

Es por eso que cuando uno se quiere cuidad y someter a un plan de descenso de peso lo haga acompañado por un profecional realmente capacitado en el tema. Cada vez está más comprobado de que se deben cambiar hábitos: incorporar aboordajes multidisciplinarios y herramientas donde se incluyen las emociones y el estido de vida.

Es importante tener presente las emociones, aprender a identificar las señales de hambre real y emocional para encontrar el equilibrio.

Lic. Josefina Marcenaro